ANTICONCEPCION Y LACTANCIA. MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS COMPATIBLES CON LA LM PARTE 2

 

Si en la primera parte (podéis leerla aquí), os hablaba de los métodos anticonceptivos hormonales, esta semana trataremos los métodos anticonceptivos naturales.

MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS NATURALES

 

Son los menos conocidos y se tiene cierta desconfianza en ellos, pero la realidad es que te ayudan a conocer en profundidad tus ciclos, a controlarlos mucho mejor y a tener más posibilidades de éxito para evitar nuevos embarazos, que con cualquier otro método.
Los métodos anticonceptivos naturales se basan en detectar la ovulación y sólamente mantener relaciones sexuales con penetración, en los días no fértiles y no tenerlas, o tenerlas pero sin penetración (o con ayuda de un método barrera), en los días fértiles.

MÉTODO SINTOTÉRMICO:

Es el más seguro de los métodos naturales porque combina tres métodos:

 

  •  La temperatura basal. 
  • El Método Billings o cambios en el moco cervical.
  • La autopalpación del cérvix.

La temperatura basal

 

Se toma todos los días, tomando como día 1, el primero de la menstruación, es decir el primer día de tu ciclo menstrual. Se toma por la mañana, antes de levantarse de la cama tras el período más largo de sueño.
Los resultados se anotan en una gráfica, tabla o app de ciclo menstrual. Si observamos los datos, se verá reflejada en la post-ovulación inmediata, un ascenso de temperatura que se mantendrá hasta que venga la siguiente regla (unos 14 días aproximadamente, dependiendo de tu ciclo). Es decir, que nos dice cuándo hemos ovulado, a posteriori. Por eso, sería necesario hacer el seguimiento, al menos durante 3 ciclos completos.
Es un método anticonceptivo que por sí solo falla mucho y se usa más para buscar embarazo (conocer en qué momento ovulo y optimizar las posibilidades de concepción), que para evitarlo.


El método Billings

 

El flujo o moco cervical (es el que vemos en nuestra ropa interior, o en el papel al secarnos), cambia a lo largo del ciclo:

  • Al terminar la regla: Hay sequedad y flujo escaso y cuando éste aparece, es blanco y espeso, como harina mojada con agua.
  • Periodo pre-ovulatorio: Poco a poco y a medida que se acerca el día de la ovulación, el flujo se vuelve cada vez más transparente y líquido.
  • Ovulación: A punto de ovular, aparece el moco cervical fértil (es muy característico):Transparente, filante y elástico. Si lo estiras con los dedos no se rompe y se asemeja a una clara de huevo. Durante 72 horas aparece este moco tipo clara de huevo, y es durante las ultimas 24 horas de las 72, cuando sucedería la ovulación, es decir, en el transcurso del tercer día con el flujo “clara de huevo”.
  • Periodo pre-menstrual: Una vez que el óvulo ya no es fecundable, el flujo se va espesando poco a poco, volviéndose menos transparente y perdiendo su elasticidad y progresivamente, asemejándose a harina mojada con agua, hasta la aparición de la regla de nuevo (unas dos semanas después de ovular).

 

La técnica de la autopalpación del cuello de la matriz

 

Consiste en aprender a palpar y valorar las modificaciones a lo largo del ciclo en nuestro cuello del útero. Para ello, nos introduciríamos dos dedos profundamente en la vagina cada noche a lo largo del ciclo y observaríamos los siguientes cambios:

 

  • Al comienzo del ciclo: El cuello está bajo, cerrado y duro, como el tacto de la punta de la nariz.
  •  Cuando la ovulación está cercana: El cuello sube, se entreabre y está algo más blando.
  •  En plena ovulación: El cuello está muy alto (cuesta llegar con los dedos), abierto y blando, como tocar el labio de la boca.
  • Después de la ovulación: El cuello vuelve a descender rápidamente, se cierra y se vuelve duro al tacto, de nuevo como tocar la punta de la nariz.

 

Además, hay cambios en la colocación del cuello respecto a la vagina:

 

  • En la fase no fértil, está apoyado sobre una de las caras vaginales (está “en posterior”) con su abertura oculta.

 

  • Cuando se acerca la ovulación y también durante ésta, la matriz se levanta y el cuello se centra en paralelo a la vagina, de modo que su abertura es más accesible.

 

Al palpar el cérvix, quedarán en ellos restos de moco cervical, que podemos aprovechar para valorar. De este modo, el método Billings junto con la palpación cervical, nos dicen con una fiabilidad muy alta, cuándo estamos a punto de ovular y cuándo ovulamos, para así, no mantener relaciones sexuales con penetración en esos días. La temperatura basal a su vez, nos confirma cuándo ya hemos ovulado, permitiéndonos practicar sexo seguro el resto del ciclo.

La recomendación de anticoncepción más natural tras el parto sería:

  • Practicar el Método MELA durante los primeros 6 meses de lactancia.

 

  • Usar después el Método sinto-térmico para detectar una posible ovulación, (aunque es cierto que es más fácil usarlo a partir de que aparece la primera regla, es completamente válido usarlo sin ella).

 

 

Durante toda mi adolescencia y juventud y debido a un supuesto SOP (síndrome de ovarios poliquísticos), estuve tomando anticonceptivos hormonales. Me indicaron que así se regularía mi ciclo y dejaría de tener dolores y molestias. Pero cuando quise quedarme embarazada, empecé a informarme y descubrí que los anticonceptivos hormonales no regulaban mi ciclo, sino que lo anulaban. Me sentí un poco engañada y decepcionada por haberlos estado usando durante tanto tiempo, al seguir la indicación de no descansar de tomarlos hasta que quisiera buscar un embarazo.
Para aumentar las posibilidades de concepción, usé el método sintotérmico durante dos meses  y me quedé embarazada en el primer intento tras empezar a usarlo. Así, tuve la oportunidad de ir familiarizándome con estos métodos naturales. Al principio me sentía un poco rara, e incluso incómoda, por lo aparatoso o difícil que a priori parece, pero en el segundo mes, ya sólo tenía que palparme cuando intuía que se acercaba la ovulación para confirmarlo y enseguida aprendía a reconocer mi moco cervical “clara de huevo”.  Los métodos naturales como medio para conseguir el embarazo, me llevaron a entender realmente mi ciclo y me dieron muchísima información para saber cómo cuidarme (y mimarme también, claro que sí) en cada momento de mi ciclo.

Tras el parto, decidí usar el método MELA, pero en el tercer mes, volvió la regla. Pensaba que iban a pasar muchos más meses hasta su llegada y me pilló un poco desprevenida, decidí entonces usar en su lugar, los métodos naturales, esta vez como anticonceptivos.
A día de hoy, sigo utilizándolos y me siento mucho más consciente y conectada con mi ciclo menstrual y conmigo misma. Me han ayudado a entenderme como “ser cíclico” que tiene unas necesidades y estados diferentes en cada momento.

 

 

Si tenéis alguna otra duda sobre los anticonceptivos, os recomiendo visitar a la única profesional de referencia para esto, que es, vuestra matrona. La elección del método a elegir es completamente personal y diferente para cada mujer y ella os ayudará a encontrar el que mejor se adapte a vuestras circunstancias.

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