Demasiadas cesáreas

Controversia de la seguridad del parto por cesárea

 

 

 

El martes,17 de octubre a las 00h en el programa “Documentos Tve” de la cadena TVE2, se estrenó el documental “Demasiadas cesáreas“, en el que se pone de manifiesto el peligroso aumento de las tasas de cesáreas en el mundo. En algunos países como en Brasil o China, ya hay más partos mediante cesárea que partos naturales.

La cesárea se considera muy segura por muchos médicos en todo el mundo. Debido a ello, ha aumentado tanto la tasa de cesáreas. Pero, ¿es realmente tan segura? Las cesáreas pueden provocar complicaciones, discapacidades, o incluso la muerte; por ello solamente son eficaces para salvar la vida de las madres y los bebés, si son necesarias por motivos médicos reales.

Riesgos de la cesárea

 

Ninguna evidencia actual sostiene la idea de que las cesáreas son tan seguras como el parto vaginal, tanto para la madre como para el bebé. Existe un incremento en el riesgo para la salud y el bienestar de ambos.

Antes, se creía que la cesárea traía mayores riesgos para la salud materna pero que era beneficiosa para el bebé.Hoy, docenas de estudios evidencian que esas cesáreas, tienen un mayor riesgo para la madre y que no sólo no tienen ningún beneficio para el bebé (a no ser que corra verdadero peligro su vida y sea necesaria), sino que traen un riesgo mayor de enfermedades para él.

Según el Jefe de ginecología del Hospital SJK de Berlín, Michael Abou-Dakn, “En unos años entenderemos que es una desventaja no haber nacido por parto natural“. No da igual nacer de una forma que de otra. Actualmente hemos alcanzado unas cifras de cesárea que no son normales. Practicar cesáreas tiene riesgos y aún está empezando la investigación sobre sus consecuencias.

 

Fuente: Wikipedia

Riesgos para la madre:

  • Mayor mortalidad y morbilidad materna.
  • Riesgo de hemorragia y embolia.
  • Riesgo de accidentes anestésicos, laceraciones y lesiones, coágulos e infecciones.
  • Riesgo de dolor pélvico, dolor en las relaciones sexuales y problemas intestinales.
  • Riesgo de adherencias, placenta previa y desprendimiento de placenta total o parcial, parto prematuro, infertilidad y pérdidas gestacionales, en futuros embarazos.
  • Riesgo doble de re-hospitaización.
  • Riesgo de depresión posparto y síndrome de estrés postraumático.
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Riesgos para el bebé:
  • Riesgo de nacimiento prematuro por error en cálculos en la fecha de gestación .
  • Riesgo de enfermedades respiratorias y asma por pulmones inmaduros.
  • Riesgo de alergias y otras enfermedades autoinmunes.
  • Riesgo de diabetes tipo 1 (incremento del 50% probabilidades si uno de los progenitores padece la enfermedad).
  • Riesgo de infecciones por alteración de la microbiota intestinal, afectando al sistema inmune y predisponiendo al bebé a mayor riesgo de enfermedades.
  • Riesgo de ictericia.
  • Dificultades en el inicio del vínculo y en el inicio de la lactancia.
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¿Cuándo es realmente necesario practicar una cesárea? 

 

En el documental pudimos ver que los profesionales se rigen por dos tipos de indicadores: Los indicadores absolutos, que hacen a la cesárea incuestionable (según el documental) y los indicadores relativos, con los que la cesárea no sería obligatoria per se, sino que habría que hacer una valoración de la situación y las circunstancias de la embarazada.

 

Indicadores Absolutos:

 

  • Bebé en transversa (atravesado).
  • Infección del líquido amniótico CorioamnionitisEs una infección en las membranas. No sería un indicador absoluto de cesárea. La indicación es administrar antibióticos, estabilizar a la madre y finalizar el embarazo (inducir el parto).
  • El bebé no pasa por la pelvis de la madre: Aquí no sabemos si se refieren a una Desproporción Cefalopélvica (DCP) o a una Distocia de hombros (dificultades durante el expulsivo, normalmente tras la salida de la cabeza del bebé). La verdadera Desproporción Cefalopélvica o DCP es muy poco común y sólo está asociada a deformidades pélvicas (normalmente causadas por desnutrición, o una rotura pélvica y/o de coxis que ha sanado mal). La pelvis de las madres sanas se adapta al tamaño de sus bebés, incluso la pelvis de las que tienen bebés grandes (macrosómicos).
    Respecto a la Distocia de hombros, generalmente la posición materna durante el parto (litotomía) y no respetar los tiempos necesarios y fisiológicos de forma personalizada, suelen ser las causas de la mayoría de ellas.

     

  • Desprendimiento de placenta (cesárea urgente).
  • Vuelta de cordón (cesárea urgente). Aunque los profesionales tienen como indicador absoluto la circular de cordón, realmente una cesárea por vuelta de cordón no estaría justificada. La comadrona Raquel Faus nos lo explica en el blog “Por un parto respetado” (podemos leerlo aquí). Por el contrario, no menciona el prolapso de cordón, que sí sería causa de cesárea urgente.
  • Prolapso de cordón (no lo mencionan en el documental).
  • Rotura uterina (no lo mencionan en el documental).
  • Signos de sufrimiento fetal agudo sin parto inminente.
 
 

Indicadores Relativos:

 

  • Sonido anómalo del bebé (Sospecha de pérdida de bienestar fetal).
  • Preclampsia o Hipertensión inducida por el embarazo. Se intentaría controlar la presión arterial de la madre. Con un correcto control podría intentarse una inducción. Si la inducción fallara, o no se consiguiera controlar la presión, se convertiría en un indicador Absoluto de cesárea.
  • Embarazo gemelar.
  • Bebé de nalgas.
  • Cesárea anterior. 
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Según Jean François Oury, Jefe de ginecología y Maternidad de la Clínica Universitaria Robert-Debré de París, “Una cesárea anterior no nos obliga a practicar una cesárea de nuevo. Tampoco que el bebé venga de nalgas, o que sean gemelos. Estudiamos las complicaciones con mucha atención. Por supuesto no queremos poner en peligro ni a la madre, ni al niñ@, pero seguimos las recomendaciones sobre la asistencia al parto. Todo nuestro parto se ha formado en la asistencia al parto natural. Naturalmente si la vida de la madre o el bebé está en peligro, platicamos una cesárea, pero preferimos el parto natural”.

Sencillamente en este hospital se siguen las recomendaciones de los organismos internacionales y de la evidencia científica más actualizada.

 

¿Por qué se practican tantas cesáreas?

 

Actualmente en España, los bebés de 1 de cada 4 mujeres (26 % de media llegando hasta el 30% en la sanidad privada), nacen por cesárea. Los estudios demuestran que la tasa de cesáreas puede ser reducida a la mitad. De hecho, La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no más del 10-15% de incidencia de cesáreas. Si según el Instituto Nacional de Estadística, en 2014 hubieron 427.595 nacimientos, de los cuales 116.586 acabaron en cesárea, esto significa que de 53.000 a 74000 de éstas, fueron cesáreas innecesarias. Nos quedamos muy lejos de las recomendaciones.

Las causas de estas cesáreas innecesarias son variadas:

  • Desinformación de las madres: En muchos sitios se les vende a las madres el parto natural como una molestia innecesaria, nervios, tensión, peligro y sufrimiento evitables. En su lugar, se les ofrece el parto rápido e indoloro de la cesárea. Esto hace que, como en el caso de Brasil, de sólo un 40% de madres que prefería al principio de su embarazo la cesárea, acaben eligiéndola al final hasta el 90%. La investigadora Silvana Granado, denuncia que “los médicos convencen a las madres de que no podrán dar a luz. Les hablan de los problemas del parto natural y les dicen que la cesárea es más segura aunque sepan que no es cierto“. El culto al cuerpo y las supersticiones culturales (como en el caso de China, en el que quieren elegir como fecha de nacimiento, un día afortunado según la tradición china), llevan a las mujeres a decantarse por la cesárea.
  • Desactualización de los profesionales: Atender tantas cesáreas y casi ningún parto natural, hace que los profesionales pierdan seguridad atendiendo estos últimos, ya que no tienen suficiente experiencia. La asistencia al parto depende de ciertas capacidades que se aprenden con la práctica y éstas, se están perdiendo en las últimas décadas. Es por ello, que actualmente apenas haya ginecólog@s, por ejemplo, que sepan atender un parto vaginal de nalgas. Esto, les lleva a practicar más cesáreas. Es vital conseguir que los profesionales sanitarios sean responsables y estén formados y actualizados según la última evidencia científica. Un grupo de investigadores estadounidenses han descubierto que a partir de un 40% de cesáreas en un país, se pierden los conocimientos básicos sobre lo que es un parto natural.
  • Medicina Defensiva: Frank Louwen, Jefe de maternidad del Hospital Universitario de Frankfurt, “Siempre se dice que nadie ha sido condenado por una cesárea de más, pero sí por un parto vaginal que habría salido de otra manera con una cesárea. Da miedo, es normal”.
    Los profesionales sanitarios, ante cualquier desviación de la normalidad (nalgas, gemelar, cesárea previa), sienten temor de que surja alguna complicación durante el parto y los progenitores le lleguen a denunciar, así que, su atención está marcada por el “me curo en salud“. Esta “medicina defensiva” ha llevado a que incluso en los partos normales de bajo riesgo, se hagan intervenciones innecesarias para evitar demandas. En mucho de los casos, estas intervenciones innecesarias acaban provocando que necesitemos otras nuevas y entremos en lo que se llama “cascada de intervenciones”, medicalizando el parto y terminando muchos de ellos, en cesárea.
  • medicalizacion parto mama capazFuente: Maternite Europe OMS

 

  • Intereses económicos: Por una cesárea, un ginecólog@ cobra el doble o el triple que por un parto natural. Sobre todo en la sanidad privada, las embarazadas se han conviertido en una gran fuente de ingreso.  Si a eso le sumamos, que en el mismo tiempo que se atiende un parto natural, pueden realizar numerosas cesáreas (a razón de 20 minutos que suele durar una cesárea de media), sale bastante más a cuenta realizar más intervenciones.
    Acompañar un parto fisiológico, respetando sus tiempos y sin hacer intervenciones innecesarias, supone tener una matrona disponible durante todas las horas que dure el parto (12,18, 24, o incluso más horas). Es lo que llamamos atención 1 to 1, (está más que demostrado que a mayor número de matronas, menor número de cesáreas). Esto, supondría la necesidad de contratación de nuevo personal, para que esté presente durante todo el parto aunque no intervenga. Lo que se traduce, en financiación para una atención adecuada al parto. Algo que las matronas llevan reivindicando desde hace años, sobre todo en la sanidad pública.

     

  • Planificación y comodidad: Una cesárea es muy cómoda porque te permite agendar y elegir el horario preciso para ella. Algo que no ocurre con un parto natural. En este último el ginecólog@ debe estar presente y en exclusiva cuando comience el parto, algo demasiado aleatorio para la apretada agenda de estos profesionales médicos. De hecho, las estadísticas demuestran quelas mujeres en España, no dan a luz en fines de semana o festivos, sino que se programan los partos (inducciones y cesáreas) para que esto no ocurra.
    Si la embarazada tiene su fecha probable de parto en la misma semana en que el profesional se va de vacaciones, o tiene un acontecimiento familiar importante (Navidades, cumpleaños, etc…), o está a punto de acabar su horario laboral, la cesárea soluciona este problema de supuesta incompatibilidad de horarios.

     

 


¿Cómo podríamos disminuir la tasa de cesáreas?

 

La matrona Laia Casadevall nos cuenta en su post “Intervenciones para reducir el número de cesáreas innecesarias“, cómo reducir el número de las cesáreas innecesarias, basado en la publicación de la revista “The Lancet” sobre una nueva serie de investigaciones que pretenden optimizar la realización de cesáreas en el mundo.. Algunas de esas medidas son:

  • Usar moxibustión, acupuntura o Versión cefálica externa para las presentaciones del bebé anómalas (transversa o nalgas).
  • Atender el parto vaginal de nalgas para los bebés que se presentan de nalgas a término.
  • Ofrecer parto vaginal después de cesárea (PVDC).
  • Cuidados dirigidos por matronas en todos los partos normales.

     

  • Educación materna.
  • Actualización de los profesionales sanitarios.
  • Reducir los incentivos económicos relacionados con las cesáreas y el miedo a las denuncias legales.

Pero yo iría un paso más allá. Creo que lo importante no es centrarse en reducir el número de cesáreas en sí, sino centrarnos en mejorar la atención al parto en general y cumplir las recomendaciones de la OMS en lo que se refiere a la atención al parto.

Desterrar técnicas peligrosas, protocolos hospitalarios obsoletos y la medicalización rutinaria del parto, además de actualizar a los profesionales y enseñarles competencias para resolver situaciones que se desvíen de la normalidad, abocaría a las cesáreas a ese 10-15% recomendado.

Lo que está claro es que la asistencia al parto necesita más recursos. Necesita, tanto personal como financiación y poder ofrecer así a los profesionales las mejores condiciones para desempeñar su trabajo de forma óptima y a las madres, la atención al parto que merecen.

 

Cambiar forma de nacer Michel odent

 

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