Las temidas y desconocidas “Crisis de Lactancia”

Por Azucena Manzanares

 

No sé a quién se le ocurrió este término, pero claramente tiene una connotación o carga negativa que asusta a algunas madres, y también a muchas asesoras. Las primeras creen que su bebé tiene, o puede llegar a tener, algún problema de salud. Las segundas, piensan que nombrarlas puede llegar a crear una dificultad para la lactancia y prefieren no hablar de ellas o llamarlas de otra manera. El objetivo de este blog es la normalización de la lactancia y cualquiera de sus aspectos, incluidas las “crisis”. Pienso que el gran enemigo para su mantenimiento es el desconocimiento o la desinformación, ya que genera miedos, dudas y preocupación y nos puede llevar al abandono de la misma, creando así una verdadera “crisis” para la lactancia.

¿Qué son las crisis de lactancia?

Son períodos puntuales en los que el bebé aumenta significativamente de talla y/o peso y por ello se incrementa el requerimiento de leche. La producción de leche funciona por oferta y demanda. Es decir, cuanto más tomas haga el bebé estimulando el pecho, más leche se conseguirá. La mamá necesita unos días para poder satisfacer esa demanda. Una vez conseguido este propósito, el bebé vuelve a reanudar su ritmo de tomas. No todos los bebés pasan por todas las crisis, ni todas las mamás las perciben. No existen reglas matemáticas.

Aunque cada binomio mamá-bebé es distinto y único, normalmente suelen acontecerse las siguientes crisis de lactancia:

Crisis del nacimiento y días sucesivos

Nadie la refiere, pero a mi entender es el primer trance con la lactancia. El bebé acaba de pasar por el proceso del parto junto a su madre. La forma (parto vaginal o cesárea) y las condiciones (inducción, epidural, analgesia) en las que transita al mundo condicionan su desarrollo en los siguientes días.

¿Qué observamos?

 

  • El bebé necesita estar continuamente pegado al pecho llegando a hacer hasta 12-14 tomas al día.
  • Llora si se le aparta del pecho o incluso cuando está puesto en él.
  • A algunos bebés les cuesta coger el pecho.
  • Se produce la pérdida fisiológica de peso.
  • El bebé se alimenta del calostro hasta la subida de la leche.

¿Qué está ocurriendo?

 

  • El bebé ha sufrido y vivido junto a la madre el proceso del parto, y ha pasado de un medio caliente, húmedo, en semipenumbra y en el que siempre sentía y oía a mamá, a otro frío, seco, muy luminoso y en el que a veces (a menudo demasiadas, gracias a las cunitas del hospital y las visitas) no tiene ese contacto con mamá. Así que lo solicita.
  • Necesita alimentarse a menudo ya que el tamaño de su estómago es muy pequeño. Con el calostro tiene todos los nutrientes que necesita y además consigue inmunidad y protección.
  • La subida de la leche se produce entre los 2-5 días tras el nacimiento.

Crisis entre los 17-20 días

¿Qué observamos?

  • El bebé quiere mamar durante todo el día sin interrupción.
  • El bebé regurgita y sigue pidiendo pecho.
  • No sueltan el pecho o lo piden a los pocos minutos tras soltarlo.
  • Mamá y bebé casi no pueden descansar.
  • La mamá siente los pechos blandos.

¿Qué está ocurriendo?

 

  • El bebé necesita más leche así que mama de forma ininterrumpida durante varios días para aumentar la producción. Va a recibir la mayor cantidad de leche de toda la lactancia (1,5l/día).
  • En tres o cuatro días se normaliza la producción.

Crisis de las 6-7 semanas

¿Qué observamos?

  • El bebé se encuentra inquieto y lloroso.
  • Se pone tenso al comenzar a succionar, arqueando la espalda, tensando las piernas y tironeando del pezón.

¿Qué está ocurriendo?

  • Se produce un cambio momentáneo de composición en la leche que hace que esté más salada. El bebé nota esa diferencia y se enfada. En 1-2 semanas, el sabor se vuelve a normalizar y con ello el comportamiento habitual del bebé.

Crisis de los 3 meses

 Es la “ gran crisis” por definición. Dura alrededor de un mes o mes y medio. Es en la que más abandonos se producen debido, por un lado, a las malas indicaciones que se le hacen a la madres y por otro, porque estas la malinterpretan como un auténtico rechazo por falta de leche.

¿Qué observamos?

  • Llora, protesta y se desespera al inicio de la toma.
  • La toma acaba en pocos minutos teniendo sensación de vaciado en el pecho.
  • Cuando la madre intenta volver a ofrecer el pecho, el niño rechaza mamar, protesta y está inquieto.
  • Cualquier estímulo los distrae y lo prefieren antes que mamar.
  • Solo maman bien y con tranquilidad cuando están dormidos en las siestas o por las noches, haciendo tomas largas y plácidas.
  • La madre siente el pecho blando y vacío.

¿Qué está ocurriendo?

  • Hasta el momento la madre fabrica leche de forma constante y el bebé cada vez que mama la encuentra disponible. Pero ahora solo se fabrica cuando el bebé lo pide. Desde que empieza a succionar hasta que sale la leche pasan unos dos minutos. Este, se desespera al no obtenerla de manera inmediata.
  • El bebé ha aprendido a mamar con efectividad y energía por lo que se reduce notablemente el tiempo de las tomas. Las mamás piensan que rechazan el pecho, o incluso a ellas mismas.
  • El bebé empieza a tener más conexiones neuronales y siente curiosidad más allá del pecho y la cara de su madre y se distrae fácilmente. Se desengancha continuamente, mira a su madre, sonríe…

Crisis de los 12 meses

¿Qué observamos?

  • Los niños dejan de comer (si es que lo hacían ) y solo quieren mamar a todas horas.
  • Exigen la teta “a su manera”. Nos abren la camisa, suben la camiseta, tiran de los tirantes…

 

¿Qué está ocurriendo?

  • Se empieza a malconsiderar “lactancia prolongada” y comienzan las presiones a la mamá para que deje de amamantar.
  • Se cree que el pecho llena a los bebés y los deja sin hambre para comer otro tipo de alimentos. Más presión a las mamás.
  • Realmente dejan de comer porque su velocidad de crecimiento se ralentiza durante aproximadamente 6 meses. Los bebés que son muy listos, prefieren mamar a comer, puesto que la leche materna es la que cubre completamente todas las necesidades nutricionales.

 

Existen otros períodos (a los 6, 9 y 24 meses) en los que se produce un cambio en el comportamiento, y la duración y frecuencia de las tomas. En estos casos no se refiere a un aumento en sí del caudal de leche, sino a cambios en el desarrollo emocional y físico de los bebés. Son las “Crisis de Desarrollo” (hablaremos de ellas en otro post).

 

¿Qué hacer antes las crisis?

 

Después de saber qué son, cuándo pasan y qué señales e información dan, solo hay 3 cosas que podemos hacer. Son:

 1. Paciencia

2.  Amor

3. Pecho a demanda

 

Todo lo que se refiera a los bebés debe ir acompañado de kilos de paciencia. Las crisis no iban a ser distintas. Un día, igual que cuando vienen, se van. Así que solo nos queda esperar a que eso ocurra. O mejor aún, no esperar a nada en absoluto. Solo disfrutar de todos los momentos posibles con nuestros hijos colmándolos de amor, besos, caricias y abrazos y dándoles todo el pecho que ellos consideren que necesitan, sin importar horarios, el lugar, las presiones o cualquier otra cosa.

A mis mamis siempre les digo: “Nadie mejor que tú conoce a tu bebé y sabe lo que necesita. Permítete escuchar y seguir a tu instinto, obviando lo que diga o piense el resto del mundo. Así nunca vas a equivocarte“.

 

¡Felices y pacientes crisis! 😉

4 comentarios en “Las temidas y desconocidas “Crisis de Lactancia””

  1. Muy ilustrativo el post!
    Es una pena que tantas mamás con ganas de amamantar dejen de hacerlo por falta de información y como tu bien dices por las presiones sociales… Haces una labor preciosa y necesaria, gracias por este magnífico blog!
    Muchos bsitos guapísima

  2. Precioso, lleno de información, muy tierno y desde el corazón, como todo lo que escribes. Muchas gracias Azu.
    Un beso

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