¿Qué es la Disciplina Positiva? 2.Equilibrio

 

Quiero empezar el post de hoy con un ejemplo:

 

Mamá/Papá: Ayla, no se pueden ver tantos dibujitos en el móvil. ¡Ve a jugar con otra cosa!

Mamá/Papá: Ayla, te he dicho que dejes el móvil, por favor.

Mamá/Papá: ¡¡AYLAA, VALE YAA, TE HE DICHO QUE LO DEJEEES!!

Niño/a llorando como si no hubiera un mañana y con mucho sentimiento.

Mamá/Papá se empieza a sentir muy culpable por haberle gritado y por hacerle llorar tanto.

Mamá/Papá por último: Ayla, venga cariño, no llores que te lo dejo otro ratito. ¿lo prefieres en la tele?

¿Os suena? Es un ejemplo gráfico, de una de las muchas situaciones a la que nos enfrentamos las madres y padres a lo largo del día. 

 

 

 

Muchos de nosotros nos sentimos frustrados cuando nos vemos dando bandazos del exceso de permisividad al exceso de autoridad. Que se nos “suben a las barbas”, autoritarios. Que nos pasamos de estrictos y severos y nos sentimos mal, permisivos. 

Jane Nelsen, una de las creadoras de la Disciplina Positiva, se sentía un fracaso como madre antes de conocerla. Cuando era permisiva, no soportaba a sus hijos. Cuando era autoritaria, no se soportaba así misma. Se veía pasando de un extremo al otro y eso, le hacía sentir mala madre y también provocaba confusión en sus hijos. La Disciplina Positiva le dio la simetría entre firmeza y cariño, el centro, el punto de equilibrio.

 

Los niños y niñas necesitan límites para crecer adecuadamente. Aprender cómo gestionar estos límites y la manera de aplicarlos, será vital y marcará la diferencia en este aspecto.

 

¿Qué es la Disciplina Positiva?: El equilibrio entre firmeza y cariño. 

 

La Disciplina Positiva consiste en encontrar el equilibrio entre las necesidades de los padres, las necesidades de los hijos e hijas y las situaciones que se nos presenten.

 

Con esta gráfica vamos a entenderlo muy rápidamente:

 

 

Mucho cariño y nada de firmeza, da permisividad.

Mucha firmeza y nada de cariño, da control excesivo o autoritarismo.

Nada de cariño ni firmeza, es el caos.

Mucho cariño y mucha firmeza, da Disciplina Positiva.

 

Como ya vimos en el primer post en el que hablamos sobre la importancia del ejemplo (puedes leerlo aquí), dadas las circunstancias históricas en España, la manera de educar y aplicar disciplina, generalmente era muy autoritaria y restrictiva. Algunas familias a las que nos educaron de esta manera, tendemos a hacer lo contrario y con ello caemos en la permisividad. 

Volver al centro de equilibrio es un maravilloso regalo que nos da la Disciplina Positiva. Pero creo que el cambio más satisfactorio es la sensación de volver a encontrar la confianza en nosotros mismos como padres y madres y el sentimiento de capacidad que los otros modelos de crianza y educación, nos quitaban.

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